Mención aparte merece la capilla barroca de Nuestra
Señora de la Paz, una de las más significativas de la ciudad de Segovia.
Destaca por su acusado barroquismo, visible en el altar mayor, las yeserías de
la techumbre y la colección de cuadros, inspirados en cartones de Rubens, con
un interesante programa iconográfico sobre la Prensa Mística y la presencia de
Cristo en la Eucaristía.
Esta capilla era la sala de la Esclavitud
del Santísimo Sacramento que surge de la gran devoción de los fieles al
Santísimo en la parroquia de San Miguel asociado sin duda a la cofradía de la
Minerva y los gastos que tenía de cera.
“Viendo los devotos que el Santísimo sale en 12 veces
al año que es al tercer domingo de mes y sale su Majestad por la plaza mayor
como el día de Corpus Christi y atendiendo a los grandes gastos que tiene la
cofradía de la Minerva, quieren a su costa sustentar cada uno con un hacha de
cera blanca y acompañar al Santísimo los 12 festivos y recorrer la parroquia el
viernes de Corpus Christi fiesta principal de la Minerva”.
Con este objetivo se funda al Esclavitud del Santísimo
y se construye esta capilla. Las primeras ordenanzas fueron aprobadas por el
obispo don Melchor Moscoso y Sandoval el 20 de febrero de 1632.