ALTORRELIEVE EN PIEDRA CON LA PIEDAD, JUNTO MARÍA MAGDALENA Y SAN JUAN. (SIGLO XV)
El
atrio tuvo su origen funerario y a la primitiva función de cementerio se le
unió la de servir de refugio o lugar de reunión a los vecinos y parroquianos e
incluso casa de concejo cuando fuera necesario. El atrio permitió desplegar en
los capiteles de las columnas un programa iconográfico que halló aquí el lugar
idóneo. Alrededor de la iglesia se
encontraba el cementerio.
En el cementerio de la iglesia románica de
San Miguel se encontraba un retablo con la representación iconográfica de La
Piedad:
«Una
pared del cementerio del templo antiguo de San Miguel Arcángel se guardaba un
edificio de piedra nueva, en que se parecían esculpir estas efigies o santos,
los cuales allí traídos o puestos con piadoso culto habiendo pasado mucho
tiempo, le pareció -por haberle agradado- a un piadoso sacerdote llamado
Antonio Delgado Fuensalida, beneficiado de la dicha iglesia, elegirlos para su
patrocinio, y ponerlos con veneración colocando devotamente un sepulcro para sí
y para sus parientes, año de 1628».